Revisando los Registros Civiles de Matrimonios de Quilimarí me encontré con algo que llamó mi atención. No bien hube comenzado a revisar las partidas matrimoniales, cuando éstas ya se terminaron llegando al fin y cierre del libro. Volví atrás pensando que me había saltado páginas, pero no. La apertura estaba en la página 1, con un matrimonio realizado el 9 de enero y el cierre en la página 5. Aunque no un cierre propiamente tal, con la inscripción dando por terminado el libro, sino que un cese de las inscripciones, con un matrimonio celebrado el 12 de noviembre de 1888, y las posteriores páginas en blanco.
Última inscripción, página 5, registro 8 |
Paginas en blanco |
De inmediato vino a mi mente la pregunta si lo mismo se repetiría en nacimientos y defunciones del mismo año.
Asi que me puse manos a la obra y estos son los resultados.
143 inscripciones de nacimiento año 1888 |
Veamos que sucede con los registros de defunciones.
138 registros de defunciones año 1888 |
¿A que se debe una diferencia tan grande con las inscripciones de matrimonio? Es que durante todo un año sólo se realizaron 8 matrimonios en aquel lugar? Las cifras parecen no guardar relación entre unos y otros acontecimientos.
Los motivos claramente son otros.
La Ley del Registro Civil de Chile fue creada en julio de 1884 y el Registro Civil propiamente tal entra en vigor el 1 de enero de 1885.
Hasta ese momento la Iglesia Católica era quien llevaba registros de los hechos vitales de las personas y esto se remontaba al tiempo de la conquista española.
Ahora, la creación de la ley de un registro laico debe haber provocado un cierto resquemor en la población, acostumbrada a realizar las inscripciones en la parroquia del lugar. Claro, es que era allí donde se acudía para los bautismos, los matrimonios y los entierros y la Iglesia guardaba registros de estos acontecimientos. Cambiar todo eso de pronto no debe haber sido algo fácil.
¿Podría ser que el matrimonio fuera mirado con diferentes ojos por los contrayentes? ¿Sería que pensaban que si se casaban por el civil, era un "desaire" o una "deslealtad" a la Iglesia? ¿Será esa la razón por la cual es tan escasa la inscripción de matrimonios?
Porque, como vemos por los documentos, esto no sucedió con las inscripciones de nacimientos y defunciones, sólo se manifestó en el caso de los matrimonios.
.
Puede ser que el tono que fueron tomando los acontecimientos, con conflictos entre los dos poderes (Iglesia-Estado) haya hecho sentir temerosos a las parejas que contraían matrimonio, inclinándose por el realizado en la Iglesia en desmedro del efectuado en el Registro Civil.
Antes de la ley de matrimonio civil ya se había librado otro enojoso conflicto respecto a los cementerios que impedían a ciertas personas ser sepultados en el mismo lugar que los católicos, lo que llevó al estado a dictar la Ley de Cementerios laicos.
En el siguiente inserto podemos ver un poco más o menos como se fueron gestando los asuntos Iglesia-Estado en aquellos años
Matrimonio Civil y creación del Registro Civil
"Se planteó otro largo y enojoso conflicto a propósito de la cuestión de los matrimonios. Antes de la creación del Registro Civil la Iglesia se hacia cargo de llevar la cuenta de todos los actos de relevancia pública que involucran a la familia. En los libro parroquiales se consignaban los datos de nacimiento, matrimonio y defunción de todos los individuos. Un ley de 1844 permitía a los disidentes contraer matrimonio ante un cura, que no actuaba como sacerdote, sino como testigo de fe u oficial. Este matrimonio tenía, en consecuencia, valor legal. Pero no había ninguna solución para los católicos que renegaban de su credo.
Fue también en el gobierno de Santa María (1884) cuando se aprobó una ley que privó de sus efectos civiles al matrimonio eclesiástico y sólo el celebrado ante funcionarios del estado tendría validez legal.
Registro Civil
Para hacer operativa la ley anterior se creó el Registro Civil."
Historia de Chile, Segundo período: La creación de una nación.
www.biografíadechile.cl
Podriamos asumir que durante los primeros años de la puesta en marcha del Registro Civil, la población se mostrara un poco reticente a adoptar la nueva modalidad, tomando en consideración la profunda religiosidad que manifestaban y la costumbre enraizada de efectuar los matrimonios solamente por la Iglesia, como único poder gobernante en aquellos años en lo que a registros vitales se refiere. Si a esto le sumamos que cada nueva ley relacionada con el tema provocaba malestar en la Iglesia, ya tendríamos un cuadro un poco más completo.