sábado, 13 de septiembre de 2014

V Jornadas de Genelogía de Arona, Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España

Afiche de las V Jornadas 


El 23, 24 y 25 de octubre se llevarán a cabo las V Jornadas de Genealogía de Arona. Dichas Jornadas se realizarán  en la Plaza del Pescador, N° 1, Los Cristianos (Arona) / Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España.
A esta Jornada he sido cordialmente invitada por la SEGEHECA, Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias,  por medio de su Secretario Don José Antonio González Marrero, quien gentilmente se comunicó conmigo.
Es un gran honor el que se me concede de poder compartir una presentación a distancia, y participar junto a grandes genealogistas. También participará Sonia Meza, de Red de Antepasados a quien conozco personalmente. ¡Claro que ella viajará hasta Arona!

El programa es el siguiente:

Programa de las V Jornadas de Genealogía de Arona
(23 a 25 de octubre 2014)


Jueves 23 de octubre
18’00. Presentación.
18’15. Miguel Ángel Fernández González, “Heráldica eclesiástica, ¿ciencia o arte?”.
19’15. Mercedes Olivares de Ardiles, “Ángelo  González de Vargas: una huella canaria en el Fin del Mundo”.

Viernes 24 de octubre
17’30. Sonia Meza Morales, “Internet  y la revolución de la Genealogía”.
18’30. Febe Fariña Pestano y Daniel García Pulido, “Una visión ilustrada de Tenerife a fines del siglo XVIII: el padrón de habitantes promovido por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife en 1779”.

Sábado 25 de octubre
10’30. Horacio Concepción García: “Genealogías de Puntagorda”.
11’30. Sergio A. Oliva López, “Citas testamentarias del siglo XVII en la comarca de Acentejo”.
13’00. Clausura.



lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Que recuerdos legamos a nuestros hijos? Los Niños y las Historias de la Familia

Mi madre, mis hermanos mayores y yo. 

 
Cuando era una niña mi madre me dio una de las lecciones que marcaron mi vida. Llegó a casa un día después de hacer las compras, con un bolso "misterioso" (lo llamo misterioso porque ella no quería que nosotros, sus hijos, lo abriéramos para hurgar entre las compras buscando alguna golosina, como siempre hacíamos). Me llamó hasta su dormitorio y me dijo: "Quiero que estés conmigo cuando abra esto". Sacó un maletín negro de cuero, grande y brillante. Lo abrió con un poco de nerviosismo. ¡Nunca en mi corta vida había visto tanto dinero junto! Vi su cara de asombro. La vi buscar entre otras cosas que había en el maletín y tomó una libreta. En verdad, creo que era una agenda. La abrió y comenzó a leer en la primera hoja guiándose con el dedo. De pronto encontró algo. Tomó lápiz y papel de su mesita de noche y escribió algunas cosas. Puso la agenda dentro, cerró el maletín y lo regreso a la bolsa. Luego me dijo "Vamos a ir a hacer un trámite". Por el camino me comentó que había encontrado esto en una cabina telefónica y que debíamos localizar a su dueño.. Comenzamos a buscar la dirección...Llegamos a una casa muy hermosa, ¡enorme!. Al tocar el timbre salió un hombre de uniforme negro, muy elegante. Mi madre le pregunta por una persona, el comenta que no puede recibirla, mi madre insiste, y vuelve a insistir en que "debe" hablar con él. Pero no le comenta el motivo de su visita. Sale una mujer, y se repite lo mismo, ella negando y mi madre insistiendo... Luego, después de algunas consultas entre ellos nos hacen pasar a una sala muy bella. Mientras esperamos mi madre permanece callada y pensativa. Y luego viene un hombre un poco mayor, con bata de levantarse y cara desencajada... Evidentemente se encontraba muy enfermo...Nos mira con extrañeza mientras otro hombre se mantiene a prudente distancia ..Mi madre le explica el motivo de nuestra visita "entregarle algo que le pertenece, algo de su propiedad". Le alarga la bolsa, él mira extrañado y se siente dudoso de recibirla, al final lo hace y cuando la abre ¡no puedo describir su cara!! Se tira en el sillón, abre el maletín, lo revisa y todo esta perfectamente arreglado. Nos abraza, se ríe, llora, nos vuelve a abrazar (no sin cierta incomodidad de mi madre por tanta efusión), llama a su esposa...!! No escondía la profunda satisfacción que le producía esto... Preguntaba donde lo encontró, quienes éramos nosotros y muchas cosas... Quiso recompensar a mi madre por esto, más ella se negó a recibir cualquier tipo de recompensa. "Era mi deber", le comentó. "¿Sabe usted cuántas familias dependen de esto?", pregunta nuestro interlocutor... Entonces nos cuenta que ese dinero era el sueldo de todos sus empleados, que lo había retirado en la mañana para hacer los pagos de todos ellos y que, cuando llegamos estaba tan mal porque no sabia que iba a hacer, que ni fuerzas para caminar tenía. Ni siquiera le había contado a sus más cercanos...Mi madre le comenta que cuando lo vio no quiso dejarlo allí, que se dio cuenta que no era un maletín cualquiera.

Siguen las preguntas tratando de saber más de nosotros, de la familia, quería saber cuantos hijos tenía, donde trabajaba mi padre, si necesitábamos algo, nos ofrece cualquier ayuda que deseemos, en ese mismo momento o en el futuro... No encontraba la forma de agradecer y recompensar este acto de honestidad de mi madre...Ella mantuvo su posición firme y amable y no aceptó nada. El beneficiado le hace prometer a mi madre que si alguna vez necesita cualquier cosa, para cualquiera de la familia, recurra a él o a su esposa y estarán listos para ayudarnos. Nos fuimos de allí, mi madre con la satisfacción de haber hecho lo correcto y la pequeña que caminaba de su mano, con una lección aprendida, grabada en su mente y en su corazón....

(No recuerdo haber sabido o escuchado que mis padres hayan recurrido a esta persona en el futuro. Nunca más se habló de él)

Notas:

1) En aquellos años no existían los teléfonos móviles, solamente había cabinas telefónicas para llamar al estar fuera de casa.

2) La negativa de los empleados a recibir a mi madre se debe a que ella no se identificaba y tampoco comunicaba el motivo de su visita. Ahora comprendo el porqué de su insistencia en ver personalmente al dueño y no dejar el maletín con los empleados o dejar algún mensaje. También me doy cuenta el porque ella lo puso dentro de una bolsa.

3) Pese a la oposición de mi madre de recibir cualquier cosa, la dueña de casa me obsequió una caja hermosamente decorada, llena de golosinas, ante mi felicidad y la mirada no muy complaciente de mi madre hacia mi..., la cual esquivé lo mejor que pude...

Mi madre en la actualidad, con 89 años, junto a dos de sus amigas cuando la acompañé a cumplir con su deber cívico de ir a las urnas en las elecciones presidenciales recién pasadas. Es algo que siempre ha realizado mostrando un ejemplo de responsabilidad cívica y de amor con su patria, la tierra que la vio nacer...